Cómo llegar al orgasmo. 6 consejos para alcanzar el orgasmo.
Es muy importante no obsesionarse con llegar al orgasmo porque cuanto más se tenga en mente, lo más probable es que resulte más difícil alcanzarlo. Eso sí, no llegar a ese punto álgido de placer puede crear insatisfacción, frustración y preocupación, tanto para la persona que lo sufre como para la pareja.
Que no deba ser el único objetivo de la actividad sexual y debamos hacer lo posible por disfrutar de la experiencia en su totalidad no significa que debamos conformarnos con la idea de que “yo no puedo llegar al orgasmo” y lo mejor que podemos hacer es informarnos de cómo maximizar la probabilidad de conseguirlo. Por eso, vamos a ver qué podemos hacer para lograr el orgasmo de manera más fácil.
¿Qué es un orgasmo? ¿Cómo saber si he llegado al orgasmo?
Queremos experimentarlo, sí, pero ¿sabemos qué es realmente un orgasmo? Podríamos decir que un orgasmo un conjunto de cambios y reacciones corporales que se producen en el punto más alto de excitación y tensión sexual que se siente ante la estimulación de zonas erógenas, ya sea en solitario o en pareja. Aunque cada cuerpo y cada persona es diferente, hay algunas señales físicas que suelen darse de forma más habitual durante un orgasmo.
La tensión acumulada se libera a través de la contracción rítmica de los músculos de la vagina o pene e incluso el ano. El ritmo cardiaco y la respiración también se aceleran. Se suele producir una sensación de placer extremo, aunque de nuevo, cada persona y cada orgasmo es un mundo y no todos son siempre igual de intensos.
Además, se liberan distintos neurotransmisores como la serotonina, endorfinas y adrenalina que, en conjunto, mejoran el estado de ánimo y ayudan a liberar estrés. Normalmente, la contracción muscular da paso a una relajación general del cuerpo en su conjunto pudiendo dejar una sensación de somnolencia y cansancio.
Si te preguntas si has llegado al orgasmo, aunque como hemos dicho antes hay diferencias individuales, el orgasmo es una sensación intensa y distinta a lo que se siente en la fase previa, si tienes dudas, y no sabes si realmente has experimentado un orgasmo lo más probable es que realmente no hayas llegado al climax.
¿Por qué no llego al orgasmo?
Ya hemos hablado de lo importante que es disfrutar de la relación completa, sin obsesionarse con llegar al orgasmo. Si el orgasmo se resiste y no lo experimentas, o no con la frecuencia que te gustaría, lo primero es entender que para que se dé ese momento de placer intenso influyen muchos condicionantes, desde psicológicos y emocionales hasta físicos y hormonales.
Al estar afectado por muchos factores, es natural que conseguirlo no sea tan sencillo como se pueda pensar, y que la dificultad en llegar a él e incluso el no alcanzarlo, sea algo habitual entre las personas con una vida sexual activa. De hecho, solo el 61,6% de las mujeres llegan habitualmente al orgasmo en sus relaciones sexuales, frente al 85,5% de los hombres que sí lo hacen.
Cuando esta situación es esporádica, no hay qué preocuparse demasiado. Esta “no llegada” al orgasmo puede deberse a diversos factores como:
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La dificultad de dejarse llevar ante la pareja.
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La falta de autoconocimiento sexual.
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La dificultad para relajarse durante el encuentro por presiones externas o interna
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Estar en un periodo de estrés.
En el caso de que la situación sea recurrente, puede existir una dificultad real para conseguir el orgasmo, que se denomina anorgasmia en el caso del orgasmo femenino y eyaculación retardada en el caso del orgasmo masculino. Ambas consisten en la ausencia o retraso del orgasmo durante las experiencias sexuales y puede darse tanto en solitario como en pareja.
Aproximadamente el 95% de los factores que pueden estar detrás del origen y mantenimiento de la anorgasmia o falta de orgasmo, son de índole psicológico, por lo que, en la mayoría de casos, lo recomendable es acudir a un psicólogo para tratar los posibles aspectos psicológicos o emocionales que impidan experimentarlo.
6 consejos para llegar al orgasmo más fácilmente
La presión externa que nos dice que en todo encuentro sexual debe existir al menos un orgasmo nos hace pensar que una relación sexual no es plena si no hay orgasmo, lo vemos como algo obligatorio, y no como una parte de la relación sexual. Y no es así, para disfrutar de una sexualidad plena es importante que nos liberemos de falsas creencias en torno al sexo como esta.
Te ofrecemos algunos consejos para ayudarte a alcanzar el orgasmo:
1.Relaja la mente y estimula tus sentidos
Para que el organismo llegue fácilmente al orgasmo necesita que haya un grado de relajación bastante alto además de dejar a un lado el pensamiento de que necesitamos el orgasmo para disfrutar plenamente y bajar la auto exigencia. Y es que, el orgasmo, comienza en nuestra mente, y necesitamos que esté correctamente estimulada pero no enfocada en conseguir algo que puede llegar o no. Se trata de no pensar en él, no esperarlo, no idealizarlo y centrar toda la atención en el momento, en cada caricia, cada estimulación y cada sensación.
Estimular todos tus sentidos a través del contexto, también ayuda a la relajación y no pensar demasiado. Una música estimulante, velas aromáticas, inciensos… Todo es bienvenido para crear un ambiente lleno de estímulos sensoriales.
2. Autoconocimiento sexual
Igual de importante es que te conozcas sexualmente hablando. Conocer qué te gusta, cómo te gusta o cuáles son tus tiempos, es indispensable para poder llegar al clímax. Explorar tu cuerpo te permitirá conocer tus sensaciones, tiempos y preferencias.
3. Mejora tu comunicación
Muchas personas llegan al orgasmo con más facilidad en solitario que cuando tienen sexo en pareja. No podemos adivinar lo que siente otra persona y en qué punto
Una vez tienes el suficiente autoconocimiento sexual y conoces aquello que a ti te funciona mejor, puedes transmitir tus preferencias y sensaciones a tu pareja y guiarle si es necesario. La comunicación es clave antes, durante y después del encuentro sexual.
4. Aumenta tu nivel de excitación
El nivel de excitación durante un encuentro sexual suele ir de menos a más. De nuevo, cada persona, cada pareja, e incluso cada experiencia, puede ser distinta y a veces la excitación sube como la espuma y otras más lentamente.
Quédate con esto: a mayor excitación, más probabilidad de orgasmo. Esto quiere decir que la atención no debe estar en el orgasmo sino en todo aquello que eleva la sensación de excitación y “ganas” de la persona. Todos los juegos eróticos, las distintas estimulaciones, las posturas realizadas, las técnicas empleadas, las prácticas que se lleven a cabo, las palabras que se digan… todo ello forma el conjunto de estímulos que incrementan la excitación y preparan el cuerpo y la mente para alcanzar el orgasmo.
5. Experimenta nuevas sensaciones
Experimentar cosas nuevas en el sexo es una forma de sorprender al cuerpo y la mente con nuevas sensaciones que ayudarán a subir la tensión sexual. Además de animarse con prácticas o estimulaciones, incluir complementos eróticos como juguetes sexuales tiene muchos beneficios, entre ellos, añaden juego e incrementan la excitación, por lo que también pueden favorecer la llegada al orgasmo.
6.Busca ayuda profesional si lo necesitas.
Si siguiendo estos consejos sigues teniendo dificultades para alcanzar el orgasmo busca la ayuda de un psicólogo o psicóloga especialista en sexología, que te ayudará a descubrir la causa que se esconde detrás del problema, trabajará contigo las emociones bloqueadas y a través de técnicas como EMDR facilitará el reprocesamiento de las memorias traumáticas grabadas en tu cerebro asociadas a la sexualidad, si las hubiera. También te recomendará ejercicios específicos que te ayudarán a reencontrarte con tus sensaciones y potenciar tu sexualidad.
En definitiva, no te conformes, actúa y da los pasos necesarios para disfrutar plenamente de tu sexualidad. Tu cuerpo está preparado para ello, sólo necesitas enseñar a tu mente a dejarse llevar.
Sobre la Autora
Rosario Linares es psicóloga y psicoterapeuta. Fue una de las pioneras en España en integrar en la psicoterapia el trabajo terapéutico, tanto con la parte más racional de nuestro cerebro como con la parte más emocional. Para ello utiliza una metodología innovadora, con herramientas como la hipnosis, EMDR (Eyes Movement Desensitization and Reprocessing), PNL (Programación Neurolin- güística), EFT (Emotional Freedom Techniques), el mindfulness y el coaching.
Actualmente dirige el gabinete de psicología "El Prado Psicólogos", centro psicológico de referen- cia en Madrid en psicoterapia breve y terapias de tercera generación, dónde se trabaja desde una metodología integrativa.
Ha publicado los libros "Resiliencia o la adversidad como oportunidad" y "Duelo y resiliencia. Guía para la reconstrucción emocional", este último junto a su compañera Ana María Egido.
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