


Los tipos de apego y cómo condicionan nuestras relaciones con los demás
¿Qué es el apego? Una de nuestras necesidades principales como seres humanos es la de establecer vínculos, buscando experimentar la sensación de afecto, aceptación y seguridad, es decir, de sentirnos acompañados y queridos (Delgado. 2004). Cubrir esta necesidad es el objetivo de nuestro sistema de apego, es decir, de nuestro sistema de vinculación, por lo que, el apego en sí, es el vínculo afectivo establecido. John Bowlby (1969), creador de la teoría del apego, explica como dicho vínculo se va forjando a través de las experiencias de seguridad que vamos experimentando, en un primer momento con nuestra madre desde el vientre materno y posteriormente con nuestros cuidadores principales y nuestros iguales. Por lo que, en función de dichas experiencias desarrollaremos un tipo de apego u otro. Del mismo modo, este sistema no solo nos ayuda a relacionarnos, interaccionar y generar vínculos con los demás, sino que también actúa como regulador de nuestras emociones (Sroufe, 1996).
PAS: Personas altamente sensibles- ¿Tienes alta sensibilidad?
Hay personas que desde muy pequeñas muestran una gran sensibilidad y reaccionan de manera excesiva ante estímulos que para los demás pasan prácticamente desapercibidos, como una luz un poco más brillante de lo habitual, un sonido ligeramente más alto, un leve cambio de temperatura ambiental o incluso la textura de la ropa. En las personas altamente sensibles (PAS) estos estímulos no solo generan malestar e irritación sino que incluso pueden provocar síntomas físicos como mareos, nauseas y dolor de cabeza. De hecho, en algunos casos esas sensaciones llegan a ser tan intensas que la persona se ve tentada a escapar del lugar.
Cómo hacer amigos (nuevos o empezando desde 0)
Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, las relaciones interpersonales forman parte de nuestro día a día y conforman un área muy importante de nuestras vidas. Las relaciones con otros cubren muchas necesidades esenciales: apoyo, cuidado, ocio, entretenimiento, aprendizaje, autoestima… Es algo demostrado que el apoyo social es uno de los mejores amortiguadores de estrés con los que contamos. Pero también puede ser el área que mayor estrés nos produce. Cuando existen carencias en este ámbito, es probable que nos cueste más lidiar con el día a día, nuestra autoestima se ve dañada y nuestro estado de ánimo se deteriora.
¿Qué es el síndrome del impostor y cómo superarlo?
En este artículo vamos a hablar del síndrome del impostor. Si quieres saber si puedes estar sufriéndolo empieza haciéndote estas preguntas: ¿Has tenido alguna vez la sensación que los logros que estabas consiguiendo eran debido a un golpe de suerte? ¿Qué tu nuevo puesto, tu aumento de sueldo, la felicitación de tus superiores… se debía a un cúmulo de casualidades que no sabías muy bien de dónde venían? Quizá sientes que no te mereces las cosas que consigues o que no vales lo que los demás creen, quizá a veces te sientes como un impostor o impostora, y piensas que si los demás te conocieran realmente no te tendrían en tan alta estima, si es así, sigue leyendo.
Los 5 rasgos que determinan tu personalidad
Quién eres? Es una pregunta sencilla, pero puede ser difícil de responder. Sin duda, no eres solo tu nombre, ni tu profesión ni tampoco tus roles sociales. Lo que te identifica y te hace único es tu personalidad. La personalidad es como la huella dactilar, no hay dos iguales en el mundo. La personalidad, entendida como las diferencias individuales en los patrones de pensamiento, sentimientos y comportamientos, se forma a lo largo de la vida y determina nuestras actitudes y decisiones. Por eso, comprender cómo somos nos ayudará a detectar nuestras fortalezas y puntos débiles, para crecer como personas y mejorar nuestro bienestar y equilibrio emocional.
La teoría del apego: La importancia de un apego seguro
La teoría del apego gana cada vez más seguidores en nuestros días. Gracias a la investigación sabemos que la relación afectiva entre la madre y el niño es fundamental para que este crezca de manera sana.
Heridas emocionales: Cómo sanar el pasado para vivir plenamente el presente
Hoy me gustaría hablarte sobre cómo sanar el pasado sanando nuestras heridas emocionales.
Sentirse vacío: Un síntoma de algo más
Sentirse vacío es una de las peores sensaciones que puede experimentar una persona. Si sientes un vacío interior, si en los últimos tiempos nada te motiva y crees que la vida ha perdido el sentido, es probable que estés atravesando por un período de vacío existencial. Muchas personas experimentan ese sentimiento de vacío en algún momento a lo largo de su vida, el cual llega acompañado de soledad, anhedonia y la sensación de estar desconectado del mundo.
Resiliencia: Los 12 hábitos de las personas resilientes
¿Sabes qué es la resiliencia? ¿Quieres aprender a ser una persona resiliente? A veces la vida nos pone a prueba, nos plantea situaciones que superan nuestras capacidades: una enfermedad, una ruptura de pareja particularmente dolorosa, la muerte de un ser querido, el fracaso de un sueño largamente anhelado, problemas económicos o una pandemia como el COVID-19… Existen diferentes circunstancias que nos pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesarias para continuar adelante. En este punto tenemos dos opciones: dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado o sobreponernos y salir fortalecidos, apostar por la resiliencia.
El chantaje emocional: ¿Cómo detectarlo y combatirlo?
El chantaje emocional es una forma de control que implica un acto de violencia psicológica. El chantajista suele ser una persona cercana afectivamente, que intenta controlar nuestro comportamiento sin darnos la posibilidad de elegir. Para lograrlo puede recurrir a la intimidación y las amenazas, o a formas de manipulación más sutiles que terminan socavando nuestra autoestima. De hecho, el chantaje emocional puede esconderse detrás de frases aparentemente inocuas como “si me quisieras, no lo harías” o “tú decides, pero atente a las consecuencias”. Estas frases tienen el objetivo de despertar la sensación de culpa o el miedo, para lograr que la persona ceda a la voluntad del manipulador.