No sé si quiero ser madre
Sentimientos encontrados
Aunque hay mujeres que desde siempre han tenido claro que querían ser madres, hay otras que no. Es en este último caso cuando nos encontramos que la mujer entra en la treintena y comienza a cuestionarse la posibilidad de ser madre.
En este punto es normal que afloren emociones intensas y contrapuestas. Por una parte, suele sentir la presión social, normalmente ejercida por familiares y amigos que le preguntan constantemente cuándo llegará el bebé, sobre todo si se tiene una pareja estable. Además, el reloj biológico también comienza a presionar ya que todas sabemos que después de los 40 años disminuyen las probabilidades de concebir y aumentan los riesgos asociados al embarazo.
Por otra parte, existen problemas que la frenan a dar el paso definitivo. Muchas mujeres aspiran a tener cierta estabilidad económica que les permita hacerle frente a la educación de un niño, otras no desean abandonar su carrera profesional para enfrascarse en el cuidado de un bebé y, finalmente, hay quienes se preguntan si están capacitadas para cuidar y educar a un niño. Estos sentimientos encontrados les hacen dudar. ¿Cómo resolver el dilema?
Cinco preguntas clave que te ayudarán a decidir
Para determinar si realmente quieres ser madre, deberías plantearte algunas preguntas fundamentales:
- ¿Te apetece la idea de ser madre o te sientes presionada por las personas que te rodean, como tu pareja, padres o amigos o la idea de "lo que tiene que ser"? Si te sientes presionada, es mejor que te des un tiempo y reflexiones más sobre el asunto.
- ¿Estás dispuesta a dedicarle muy poco tiempo a tu carrera profesional para dedicarte al bebé? Es cierto que siempre puedes contar con la ayuda del padre o de los abuelos, pero considera que el bebé necesita que su madre pase tiempo con él y esto limitará el tiempo que puedes dedicarle al trabajo, al menos durante los primeros años de vida.
- ¿Estás preparada para el cambio en el estilo de vida que supone la llegada de un niño? No olvides que se es madre durante las 24 horas y los 365 días del año. Durante los primeros años seguramente tendrás que limitar tus salidas sociales y tu vida dará un vuelco de 180 grados. Ten presente además que a menudo la llegada de un hijo también cambia la relación amorosa, por lo que es importante que exista un diálogo fluido entre tu pareja y tú. Los momentos en los que la pareja está en crisis no son los mejores para tener un niño, y menos con la esperanza de que la llegada del bebé resolverá los problemas de pareja.
- ¿Tienes las condiciones económicas y el apoyo social necesario? Enfrentar la llegada de un bebé no es fácil, sería de gran ayuda que cuentes con cierta estabilidad económica y con personas que puedan darte una mano cuando más lo necesites.
- ¿Estás preparada desde el punto de vista emocional? Criar a un niño demanda una gran dosis de paciencia, ser capaz de comunicar de manera asertiva y saber dar cariño. Es cierto que estas habilidades se pueden desarrollar con el tiempo, pero valora si tienes las bases necesarias para desarrollarlas. Para algunas mujeres criar a un niño puede llegar a ser una experiencia altamente estresante que genera elevados niveles de ansiedad y depresión. Eso no significa que no debas tener hijos, pero sí que deberías trabajar estos aspectos con la ayuda de un psicólogo para poder vivir la maternidad de una forma más satisfactoria y ofrecerle a tu hijo lo mejor de ti.
Si llevas mucho tiempo pensándolo y a pesar de haber barajado los pros y los contras no logras decidirte, seguramente estás agobiada porque el tiempo pasa y sientes que esto juega en tu contra. Es el momento de buscar la ayuda de una psicóloga perinatal, con la que trabajar la parte emocional que puede estar estancándote en la duda e impidiéndote tomar una decisión. Después de liberarte de tus miedos podrás elegir qué es lo que realmente quieres.
Sobre la Autora
Rosario Linares es psicóloga y psicoterapeuta. Fue una de las pioneras en España en integrar en la psicoterapia el trabajo terapéutico, tanto con la parte más racional de nuestro cerebro como con la parte más emocional. Para ello utiliza una metodología innovadora, con herramientas como la hipnosis, EMDR (Eyes Movement Desensitization and Reprocessing), PNL (Programación Neurolin- güística), EFT (Emotional Freedom Techniques), el mindfulness y el coaching.
Actualmente dirige el gabinete de psicología "El Prado Psicólogos", centro psicológico de referen- cia en Madrid en psicoterapia breve y terapias de tercera generación, dónde se trabaja desde una metodología integrativa.
Ha publicado los libros "Resiliencia o la adversidad como oportunidad" y "Duelo y resiliencia. Guía para la reconstrucción emocional", este último junto a su compañera Ana María Egido.
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