La hiperhidrosis o sudoración excesiva
La sudoración es un proceso natural que tiene como objetivo principal regular la temperatura de nuestro organismo. Por eso es normal que una persona sude copiosamente cuando hay calor, cuando realiza actividad física o cuando experimenta determinados estados emocionales, como la vergüenza, el miedo y la ira.
No obstante, hay personas que sudan más de lo normal, incluso cuando no están expuestas a estas condiciones: padecen hiperhidrosis.
¿Qué es la hiperhidrosis?
La hiperhidrosis o sudoración excesiva es una enfermedad crónica que se caracteriza por la producción excesiva de sudor en una o varias partes del cuerpo. Está causada por afectaciones en el sistema nervioso simpático que provocan una súper producción de sudor, mucho más del que el organismo necesita para regular su temperatura.
Por lo general, la hiperhidrosis o sudoración excesiva aparece en la infancia o en la pubertad y no suele desaparecer, a menos que se aplique un tratamiento adecuado. Las zonas del cuerpo más afectadas suelen ser las palmas de las manos, la planta de los pies, las axilas y el rostro.
¿Cuáles son sus principales causas?
Aún no se ha podido determinar el mecanismo específico que provoca la hiperhidrosis (sudoración excesiva) pero se sabe que aparece como consecuencia de un sobreestímulo del sistema nervioso simpático, que es el responsable de producir el sudor corporal.
En muchos casos es imposible encontrar una causa que sea la responsable de la afectación nerviosa, es lo que se conoce como hiperhidrosis primaria o focal. Este tipo de hiperhidrosis afecta del 2% al 3% de la población mundial y puede manifestarse en cualquier momento de la vida.
Por otra parte, también se encuentra la hiperhidrosis secundaria, llamada así porque aparece como consecuencia de otra enfermedad, como la ansiedad, la diabetes mellitus, el hipertiroidismo, los tumores, las patologías pulmonares, las lesiones de la médula o incluso un accidente cerebrovascular.
Las consecuencias de la hiperhidrosis (sudoración excesiva)
La hiperhidrosis es una enfermedad que tiene una enorme repercusión en la calidad de vida de la persona. En primer lugar, puede reportar problemas de índole física, como un mayor riesgo de sufrir deshidratación, desarrollar eczema o tener una mala circulación. En segundo lugar, representa un obstáculo para realizar actividades tan comunes como dar la mano al saludar, bailar, alzar los brazos o hablar en público.
Todo esto repercute en el ámbito emocional haciendo que la persona se sienta avergonzada, tenga miedo de convertirse en el centro de las burlas y evite el contacto social. A la misma vez, su autoestima disminuye y va perdiendo paulatinamente la confianza en sí. En los casos más severos de hiperhidrosis las personas incluso llegan a evitar por completo las relaciones con los demás y desarrollan una fobia social.
El tratamiento de la hiperhidrosis o sudoración excesiva
Para tratar los síntomas de la sudoración excesiva o hiperhidrosis se suelen emplear medicamentos que bloquean los conductos sudoríparos, entre estos se hallan los antitranspirantes, los anticolinérgicos y la toxina botulínica tipo A. en los casos más severos también se utiliza la iontoforesis, un procedimiento que emplea la electricidad para cerrar temporalmente la glándula sudorípara, y la simpatectomía torácica endoscópica, una cirugía para eliminar la señal nerviosa relacionada con el sudor.
Como la hiperhidrosis (sudoración excesiva) también tiene un fuerte componente emocional, la terapia psicológica puede ayudar a atenuar las consecuencias de la misma. Básicamente, se le enseña a la persona a manejar la ansiedad ante eventos puntuales y se trabaja en aumentar su autoestima y la confianza en sí mismo a través de la hipnosis y de otras técnicas. De esta manera nos aseguramos de que los estados emocionales negativos no sean un factor que pueda disparar la sudoración excesiva.
Tarifas
La primera entrevista informativa gratuita en la que valoraremos tu caso y te indicaremos cual es el tratamiento más adecuado para ti.