El trastorno por atracón: cómo evitar los atracones de comida

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Los atracones de comida constituyen una herramienta de afrontamiento ante las emociones desagradables para algunas personas, pero lo que puede ser una forma de acallar nuestras emociones puede convertirse en un problema: el trastorno por atracón.

Los alimentos tienen la capacidad de calmarnos, mejorar nuestro estado de ánimo y ayudarnos a reducir la ansiedad en épocas de estrés. Por eso no es inusual que después de una jornada particularmente difícil recurramos a un helado tamaño XL o a un paquete de patatas fritas. 

La descarga de azúcar y grasas que nos brindan estos alimentos estimula la producción de serotonina, considerada como la hormona de la felicidad. Sin embargo, al cabo de un rato nuestros niveles de glucosa caen en picado, comenzamos a sentir hambre y la sensación placentera desaparece para dejarle paso a la frustración, la ansiedad o la depresión.

Entonces nos vemos tentados a recurrir a la comida nuevamente y, lo que podía haber sido una recompensa puntual, se convierte en un comportamiento habitual: caemos en los atracones de comida.

Trastorno por atracón

El trastorno por atracón: ¿Qué es?

En países como Estados Unidos, los atracones de comida son el trastorno alimentario más común. De hecho, se estima que afecta aproximadamente al 30% de las personas que buscan ayuda para perder peso. En España afecta al 2-3% de la población y constituye la causa del 40% de los casos de obesidad.

Los atracones de comida están catalogados dentro de los trastornos de la conducta alimentaria y, como su nombre lo indica, son episodios en los cuales la persona come de manera descontrolada, mucho más de lo que realmente necesita para saciar su hambre. De hecho, en algunos episodios puede llegar a ingerir más de 5.000 calorías. A diferencia de la bulimia, las personas que presentan un trastorno por atracón no suelen provocarse el vómito ni recurren a laxantes por lo que a menudo ganan mucho peso, llegando a padecer obesidad.

Trastorno por atracón: las principales señales de alarma

 

Estas son las manifestaciones del trastorno por atracón:

Síntomas conductuales del trastorno por atracón

  • Consumo de grandes cantidades de alimentos en muy poco tiempo, mucho más que lo que podría ingerir una persona promedio
  • Recurre a los alimentos aunque no tiene la sensación de hambre
  • Durante los episodios de atracón come mucho más rápido de lo habitual

Problemas del control de los impulsos

  • Incapacidad para controlar el impulso de consumir alimentos
  • Sensación de pérdida de control durante los episodios de atracón, la persona siente que no puede detenerse
  • La ingesta solo termina cuando la persona se siente mal físicamente, ya sea debido a la indigestión o las náuseas

Síntomas emocionales

  • La frustración, la ansiedad, el estrés o incluso el aburrimiento le llevan a comer mucho más de lo habitual
  • Sensación de disgusto, fracaso y/o vergüenza después de cada episodio
  • Se irrita con facilidad y a menudo está deprimido

Las consecuencias del trastorno por atracón

Durante un solo episodio de atracón la persona puede llegar a consumir el doble o incluso el triple de las calorías que necesita durante un día. Cuando esta situación se repite a lo largo del tiempo, comienza a aparecer el sobrepeso y este le da paso a la obesidad. Aunque es muy común, la obesidad es un trastorno que no debemos menospreciar ya que nos resta años de vida, aumenta el riesgo de sufrir diferentes enfermedades y afecta profundamente nuestra calidad de vida.

Los trastornos metabólicos también son frecuentes en las personas que se dan atracones de comida ya que, más allá de la cantidad de alimentos, su calidad también deja mucho que desear, pues normalmente no se trata de apuestas sanas sino de comida chatarra. Esto aumenta las probabilidades de sufrir diabetes, hipertensión y problemas gastrointestinales.

Por supuesto, el trastorno por atracón no solo tiene consecuencias en el plano físico sino que también impacta profundamente en el ámbito psicológico. Estas personas se suelen aislar para comer, ya que sienten una profunda vergüenza y, sus relaciones sociales se pueden ver afectadas.

Por otra parte, la sensación de falta de control también les pasa factura, por lo que a menudo sufren daños en su autoestima e incluso pueden llegar a tener ideas suicidas o comportamientos autolesivos.

Causas del trastorno por atracón

Los atracones de comida se han asociado con la adicción, ya que se ha apreciado que muchas personas apuestan por alimentos ricos en azúcar, sal y grasas, ingredientes que actúan en nuestro cerebro como lo haría el alcohol o el cigarro. De hecho, cuando la persona come desmedidamente, cae en un círculo vicioso parecido al de la adicción: al comer se siente eufórico pero después se siente mal y se ve obligado a volver a comer para paliar esta sensación desagradable.

Desde esta perspectiva, el trastorno por atracón podría estar vinculado con algún cambio a nivel neurológico. Por ejemplo, en las personas con una tendencia a la adicción se ha apreciado que existe una deficiencia en el funcionamiento de los receptores de la dopamina, un neurotransmisor vinculado con el sistema de recompensa.

Más allá de las bases neurobiológicas, también se ha podido apreciar que los atracones de comida guardan una estrecha relación con las dietas restrictivas. No es inusual que una persona comience a comer compulsivamente después de haber seguido un régimen dietético demasiado estricto. Se hipotetiza que cuando el cuerpo se somete a largos periodos de inanición, reacciona poniendo en marcha un nuevo patrón que le lleva a comer descontroladamente en cortos periodos de tiempo, con el objetivo de adquirir las reservas de energía que necesita. Por eso es usual que las personas se queden atrapadas en un ciclo de dietas estrictas y episodios de atracones.

¿Cómo evitar los atracones de comida?

  • Comprende la naturaleza del problema. Los atracones de comida no implican simplemente un aumento de peso, sino que esconden un problema en el plano emocional. Por eso es fundamental que comprendas el mecanismo de base que lo sustenta. Considera que la comida no solo tiene un valor nutricional, sino también cultural y que muchas de tus creencias sobre los alimentos pueden provocar los atracones de comida.
  • Deja a un lado el perfeccionismo. Se ha apreciado que el trastorno por atracón está íntimamente vinculado con la tendencia al perfeccionismo. Muchas personas suelen buscar en los alimentos la satisfacción que no han hallado a lo largo de su jornada, sobre todo cuando las cosas les han salido mal porque han puesto el listón demasiado alto. De hecho, en la base de este trastorno también es común encontrar cuadros depresivos o ansiosos.
  • Come a lo largo del día. A menudo los atracones nocturnos son el resultado de haber pasado hambre durante el día. Por tanto, es importante que sigas una dieta saludable a lo largo de la jornada, lo ideal es que comas siempre a la misma hora y no dejes pasar más de 4 horas entre una comida y otra.
  • Cuando aparezca la tentación, haz algo. Cuando tengas ganas de comer, implícate en alguna actividad que te resulte placentera y que te demande cierto grado de concentración. Así desviarás tu atención de la comida.
  • Espera. Cuando sientas necesidad de comer, espera. Ponte una meta, como por ejemplo, comer después de 15 minutos. Poco a poco, ve aumentando el lapso de tiempo entre el momento en que aparece la compulsión y tu acción para satisfacerla.
  • Compra alimentos sanos. No tengas a mano los alimentos que más te tientan, cuando vayas a comprar, haz una lista de los alimentos saludables que necesitas y cíñete a ella. Otra buena idea es colocar los alimentos lejos de tu alcance, poner una distancia física o un obstáculo te ayudará a desligarte emocionalmente y combatir la tentación, y sobre todo no los tengas a la vista, en cambio sitúa estratégicamente alimentos sanos y fáciles de comer a tu alcance.
  • Apuesta por alimentos picantes o por vegetales crudos. Los alimentos picantes actúan más rápido que el azúcar al enviar la señal de saciedad al cerebro. Además, ayudan a quemar calorías. Otra estrategia consiste en recurrir a los vegetales crudos, como las zanahorias y los rábanos, ya que el acto de masticar te ayudará a aliviar el estrés sin tener que consumir muchas calorías.
  • Aprende a descifrar las señales corporales. Concéntrate en las señales físicas que envía tu cuerpo, come con calma para que puedas disfrutar de cada bocado y notes cuando comienza la sensación de saciedad, que normalmente tarda unos 20 minutos en llegar al cerebro. Recuerda que para evitar los atracones de comida no se recomienda que existan alimentos prohibidos, así no sufrirás la ansiedad por comer.

Trastorno por atracón: tratamiento

El objetivo esencial del tratamiento psicológico consiste en lograr que la persona desarrolle una relación sana con la comida. La clave está en evitar los atracones de comida, no la comida en sí.

En El Prado Psicólogos te ayudaremos a recobrar el control sobre tus hábitos alimenticios para que puedas llevar una dieta sana. Aunamos la intervención psicológica para incidir en los aspectos emocionales y cognitivos que te llevan  tener atracones de comida con el coaching nutricional, estableciendo objetivos con los que puedas comprometerte.

Utilizamos diferentes herramientas para tratar este problema, entre ellos la psicoterapia cognitivo-conductual, que ha demostrado ser muy eficaz. En este tipo de terapia nos focalizamos en identificar y cambiar los patrones disfuncionales de pensamientos, actitudes y creencias que desencadenan o mantienen el problema con la comida.

Sin embargo, como el atracón también es una herramienta para anestesiar las emociones, es importante que aprendas nuevas formas de regulación emocional. Por eso también utilizamos técnicas como la hipnosis, EMDR, EFT y mindfulness.

A través de las herramientas de coaching nutricional iremos estableciendo objetivos realistas y acompañándote en el cambio de hábitos hacia una forma más sana de relacionarte con la comida. 

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