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La visualización guiada consiste en usar la imaginación a tu favor para lograr determinados objetivos o simplemente relajarte. En realidad, se trata de una técnica muy antigua que se remonta a la antigua Grecia, aunque también se usaba en la medicina china e incluso formaba parte de las tradiciones sanadoras de los indios americanos.
En la década de 1970, los doctores David Bressler y Martin Rossman comenzaron a utilizar la visualización guiada como un apoyo para el tratamiento del dolor crónico en enfermedades graves. A partir de ese momento, la ciencia comenzó a prestarle atención explorando los efectos positivos de las imágenes en los problemas mentales y físicos.
Las imágenes mentales que acompañan la visualización se pueden crear de manera voluntaria o involuntaria. Un ejemplo de la generación espontánea de imágenes es cuando decimos que “estamos en las nubes”, en cuyo caso nuestra mente se desconecta de la realidad y vaga hacia otros escenarios.
La visualización guiada aprovecha el enorme potencial de nuestra mente para crear imágenes positivas de manera voluntaria con el objetivo de sentirnos mejor. Por tanto, esta técnica psicológica consiste en recrear imaginariamente una situación pasada, futura o de ficción que normalmente contiene cierta carga emocional.
A través de la visualización, la persona se sumerge de tal manera en la situación que incluso puede percibir con gran nitidez los detalles que está imaginando. Obviamente, para lograrlo se necesita un alto grado de concentración, por eso primero se suelen aplicar técnicas de relajación o ejercicios de respiración, aunque el estado de hipnosis es el más adecuado para trabajar con la visualización y sacarle el máximo provecho.
De hecho, aunque esta técnica psicológica se denomina visualización guiada e involucra fundamentalmente las imágenes, la experiencia puede llegar a ser tan intensa que la experimentarás en todo el cuerpo, no solo mentalmente. Eso se debe a que durante la visualización se genera un estado de inmersión natural que estimula el resto de tus sentidos.
Durante una sesión de visualización guiada, el terapeuta no solo te pedirá que visualices un lugar sino también que percibas los sonidos, aromas, texturas y sensaciones. Al expandir las imágenes e más allá de la visualización para involucrar todos los sentidos, se logra una mayor eficacia.
Generación de la imagen. Durante esta primera fase el terapeuta trabaja en la creación de la imagen, ya sea recurriendo a tu memoria, a la fantasía o a una combinación de ambas.
Mantenimiento de la imagen. Crear una imagen no es tan difícil, lo complicado es mantenerla activa porque suelen irrumpir otras imágenes y pensamientos, por lo que el terapeuta debe lograr que esa imagen se mantenga en tu mente y se vaya reforzando.
Inspección de la imagen. En esta fase, el terapeuta explora e interpreta la imagen y te animará a elaborar más detalles, sobre todo que incluyan otros sentidos.
La visualización guiada se utiliza para tratar numerosas alteraciones de índole psicológica, como las adicciones, las fobias, la depresión, la ansiedad, el estrés, el dolor por la pérdida y el estrés postraumático. Si una persona sufre claustrofobia, por ejemplo, a través de la visualización guiada se somete a un proceso de desensibilización progresiva, de manera que irá perdiendo el miedo a los espacios cerrados en un entorno controlado.
La visualización guiada también se utiliza para abordar problemas como la inseguridad y la baja autoestima. En ese caso, el terapeuta te ayudará a visualizarte en determinadas situaciones que te generan ansiedad y te animará a imaginar cómo actuarías si fueras una persona segura de sí.
Esta técnica también es muy eficaz para ayudar a las personas a alcanzar una meta o a tomar una decisión ya que les ayuda a proyectarse al futuro. El principal objetivo del psicólogo será que experimentes la situación que te genera rechazo o miedo, recreando diferentes detalles de la escena de manera que comiences a aceptarla y a sentirte más cómodo/a.
Cuando la visualización se usa con fines motivadores, como es el caso de la visualización creativa, el principal objetivo es recrear los logros que se desean alcanzar. De hecho, la visualización guiada se usa en todos los escenarios donde sea necesario desarrollar habilidades motoras, como el deporte o las intervenciones quirúrgicas. En esos casos, la técnica se centra en imaginar los movimientos correctos, de forma que ganes destreza y automaticidad.
La visualización creativa es una técnica de visualización en la que proyectamos en nuestra mente los cambios que queremos conseguir para que nuestro inconsciente reciba el mensaje y trabaje a nuestro favor en la consecución de nuestros objetivos.
Psicólogos de la Universidad de California, en Los Ángeles, realizaron un experimento muy interesante que nos demuestra el poder de la visualización creativa para lograr nuestros objetivos. Reclutaron a 101 estudiantes una semana antes de un examen y los dividieron en cuatro grupos. A un grupo le indicaron que se concentrara en los resultados, a otro en el proceso de estudio y a un tercer grupo tanto en los resultados como en el proceso. El cuarto grupo actuó como grupo de control, es decir, no se les pidió que aplicasen la visualización.
Después del examen, se apreció que los estudiantes que obtuvieron las mejores calificaciones fueron los que visualizaron los pasos del proceso de estudio. Los investigadores consideran que visualizar el proceso, más que centrarse en el resultado final, incentiva una actitud proactiva hacia la tarea y disminuye todos los sentimientos negativos asociados a la misma, como la ansiedad y el miedo. Por tanto, la visualización es una técnica psicológica muy útil para alcanzar tus metas, solo tienes que focalizarte en el proceso
La visualización guiada no solo se puede usar para alcanzar determinadas metas o mitigar los efectos de la ansiedad y la depresión. Esta técnica se refleja a nivel fisiológico, sobre todo cuando se utilizan imágenes con un gran poder relajante.
Las sesiones de visualización guiada reducen la presión arterial y el ritmo cardiaco, ayudan a regular la respiración, promueven la oxigenación de las células del organismo y disminuyen la tensión muscular. En los últimos años también se ha comenzado a utilizar la visualización guiada para mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico. Un metaanálisis realizado en el Instituto de Psicología Transpersonal de Palo Alto concluyó que esta técnica potencia el sistema inmune actuando directamente sobre los glóbulos blancos, específicamente en los neutrófilos y linfocitos.
Un artículo muy interesante, dónde se explica cómo podemos influir en nuestras células y en nuestra salud por medio de la visualización es este: https://marianelacastes.wordpress.com/2014/03/07/la-imaginacion-y-la-salud/
Si te ha gustado nuestro artículo sobre la visualización guiada también te puede interesar este otro sobre cómo la visualización puede potenciarse por medio del estado de hipnosis.
Seguro que has oído hablar del Mindfulness, si quieres profundizar sobre el tema y saber cómo puede ayudarte lee este artículo.
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