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La adicción a la cocaína es uno de los mayores problemas de salud a los que nos enfrentamos en nuestra sociedad. La cocaína se ha convertido en la droga ilegal más común en los servicios de urgencias y la que tiene mayores índices de morbimortalidad, sobre todo debido a los problemas neurológicos y cardiovasculares que provoca. No obstante, más allá de los problemas de salud, el consumo de cocaína también causa profundos daños psicológicos y afecta la calidad de vida de la persona que consume y de quienes se encuentran en su círculo más íntimo. Si quieres saber cómo dejar la cocaína, sigue leyendo.
España lidera los datos de consumo de cocaína en Europa. Se estima que el 3,6% de los jóvenes consumieron esta droga a lo largo del último año.
Hay quienes consumen la cocaína de forma episódica, solo los fines de semana, durante las fiestas o cuando necesitan lidiar con un exceso de trabajo o con situaciones particularmente estresantes. Estas personas piensan que como no consumen a diario, no tienen ningún riesgo de desarrollar una adicción.
Sin embargo, coquetear con las drogas siempre es peligroso. Aunque el consumo no llegue a ser crónico, cuando se ingieren dosis elevadas de cocaína, la persona experimenta un bajón tan grande que puede sufrir un síndrome de abstinencia que dure varios días y afecte considerablemente su desempeño.
La buena noticia es que la cocaína no produce una gran dependencia física sino psicológica, lo cual significa que los trastornos fisiológicos que se experimentan ante la suspensión del consumo no son tan graves como los que provocan otras drogas, como por ejemplo la heroína, aún así, la dependencia psicológica es muy fuerte en las personas que son adictas a la cocaína, por lo que la ayuda de un profesional en estos casos es fundamental.
Los síntomas más comunes de la adicción a la cocaína son:
La mayoría de las personas que consumen cocaína en España esnifan el clorhidrato de cocaína. De hecho, la vía pulmonar es la más rápida para que la droga llegue al cerebro.
La cocaína ejerce una acción estimulante sobre el sistema nervioso central, por lo que eleva el estado de ánimo, disminuye la sensación de fatiga y quita el apetito. No obstante, cuando los efectos iniciales desaparecen, dejan paso a la depresión y la fatiga. En el caso de que la droga se suprima de golpe, aparecerán síntomas como el agotamiento, un sueño excesivo y un apetito voraz.
Al profundizar en el mecanismo de acción de la cocaína, se ha descubierto que esta actúa directamente sobre el sistema de recompensa del cerebro. Lo normal es que la dopamina se libere como respuesta a una gratificación, como puede ser tener sexo o comer un alimento que nos gusta mucho, pero luego este neurotransmisor es reciclado, apagándose así las señales entre las neuronas.
Sin embargo, la cocaína bloquea la reabsorción de la dopamina, haciendo que esta se acumule en las sinapsis. En un primer momento, esto provoca una amplificación de la señal, razón por la cual la persona percibe esa sensación de euforia. Sin embargo, más tarde se interrumpe la comunicación normal del cerebro y aparece la depresión. Si este mecanismo se repite a lo largo del tiempo, se producen daños en áreas como la corteza prefrontal media, el núcleo caudado y el hipocampo.
Los principales efectos de la cocaína son:
Cuando se produce la abstinencia, el cocainómano experimenta numerosas sensaciones desagradables:
Aunque los síntomas de abstinencia no dejan secuelas en el plano fisiológico, el malestar psicológico que provocan es tan grande que motiva a la persona adicta a la cocaína a consumir de nuevo, en la búsqueda de esa sensación de euforia que provoca la cocaína. Esa es la principal razón por la que suelen producirse las recaídas.
Los cocainómanos a menudo mueren como consecuencia de enfermedades que, de una u otra forma, han sido causadas por esta droga, no sólo por sus efectos a nivel físico en la salud, sino también porque bajo los efectos de la cocaína se es más proclive a las conductas de riesgo, como puede ser practicar sexo sin protección con desconocidos. De hecho, el consumo de cocaína se ha relacionado con problemas como el SIDA, la hepatitis, las infecciones, el edema pulmonar, el neumotórax, la hemorragia pulmonar, el enfisema, la neumonía, el infarto agudo al miocardio, los infartos y hemorragias cerebrales, la hipertensión arterial, la trombosis vascular, la disección aórtica y el shock hipotensivo.
¿Sabías que el consumo de cocaína es la causa más común de de dolor precordial en jóvenes y que provoca el 25% de los infartos al miocardio en las personas de menos de 45 años?
Además, los cocainómanos pueden presentar como efectos a largo plazo problemas neurológicos como las distonías y los temblores. En algunos casos incluso se pueden producir crisis convulsivas y accidentes cerebrovasculares. También se ha asociado el consumo de cocaína con los problemas renales y, por supuesto, con dificultades en las funciones cognitivas.
De hecho, las personas que consumen cocaína habitualmente sufren con frecuencia fallos de memoria, problemas de atención, afectaciones en la velocidad del pensamiento y tienen dificultades para controlar sus reacciones emocionales. Desgraciadamente, los últimos estudios han demostrado que algunos de los daños neuropsicológicos provocados por el consumo continuado de cocaína no son reversibles, al menos en su totalidad y a pesar de la abstinencia.
A estas consecuencias en el plano médico y psicológico se le suman los problemas sociales y legales pues la persona que consume de manera habitual suele verse envuelta en situaciones de robo o extorsión, con tal de obtener el dinero que necesita para comprar la próxima dosis.
Está demostrado que para dejar la cocaína la ayuda profesional es fundamental. En El Prado Psicólogos podemos ayudarte. Somos expertos en adicciones y ya hemos ayudado a muchos adictos a la cocaína a vencer la dependencia de esta droga.
Nuestro tratamiento para dejar la cocaína se sustenta en un enfoque integrador y personalizado que nos permite poner en práctica las técnicas más eficaces para cada caso.
Utilizamos la hipnosis clínica, ya que a menudo la adicción está sustentada por patrones inconscientes. Mediante esta técnica podemos acceder a la parte más profunda de tu mente y cambiar esas creencias que te mantienen atado a la adicción.
La técnica EMDR logra muy buenos resultados a la hora de manejar el craving (o deseo irrefrenable por consumir la droga) y trabaja a nivel profundo los aspectos emocionales para que puedas asumir por completo las vivencias pasadas que podrían estar causándote daño y alentando la conducta adictiva.
También recurrimos a técnicas como el mindfulness o la técnica EFT, para que logres un estado de bienestar interior y un mayor autocontrol, para que puedas manejar las emociones negativas que puede generar la abstinencia.
Estas técnicas se integran en un programa que sigue el enfoque cognitivo-conductual, a través del cual te enseñaremos a detectar las situaciones que promueven el consumo y a aplicar estrategias para evitarlas.
En El Prado Psicólogos también contamos con un servicio de Psiquiatría, por si necesitas una ayuda adicional. La psiquiatra te recetará la medicación más adecuada, para que logres implementar cambios positivos en tu vida con mayor rapidez.
Supera el mayor reto de tu vida, llámanos, te ayudaremos a dejar la cocaína.
Te ofrecemos las siguientes posibilidades:
Si lo deseas podemos realizar una primera entrevista informativa gratuita en la que valoraremos tu caso y te indicaremos cual es el tratamiento más adecuado para ti.
Artículo sobre las adicciones y su tratamiento.
Artículo sobre cómo dejar las drogas.
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