- Elegidos por "Psicología y Mente" como el mejor centro de psicología de Madrid y el segundo mejor de España -
La ninfomanía, también conocida como hipersexualidad femenina, es una dependencia que no cesa, una adicción al sexo que afecta todas las áreas de la vida y que genera una insatisfacción constante.
Las mujeres ninfómanas experimentan un deseo sexual demasiado intenso e insaciable que genera una obsesión por el sexo, incluso aunque mantengan relaciones sexuales de forma habitual.
La libido y la actividad sexual no siguen una línea constante a lo largo de la vida, hay etapas en las que estas aumentan, pero eso no significa que ocurra algo anormal, sin embargo la ninfomanía no es un simple aumento del deseo sexual, es un problema mucho más complejo que puede catalogarse como una enfermedad.
Se estima que aproximadamente el 3% de las mujeres sufren ninfomanía, aunque solo el 0,8% admiten haber buscado ayuda para controlar ese deseo sexual.
Etimológicamente, la palabra ninfomanía deriva de “ninfa” (divinidad femenina de la mitología y también labios menores de la vulva) y de “manía” (que en latín significa locura).
En el diccionario de la RAE (Real Academia Española), la definición que aparece de ninfomanía es un “deseo violento e insaciable en la mujer de entregarse a la cópula”, pero en psicología cuando hablamos de ninfomanía esta definición va más allá, ya que hablamos de un trastorno sexual en la mujer.
Cuando se habla de deseo sexual, es difícil establecer límites entre lo normal y lo patológico. Aún así, se hace referencia a la ninfomanía cuando los pensamientos sobre el sexo dominan la mente de la mujer. A la ninfómana le resulta difícil pensar en otra cosa que no sea el sexo y a menudo le confiere implicaciones sexuales a situaciones cotidianas que no las tienen.
Por otra parte, al igual que ocurre con el resto de las adicciones, para que la persona pueda hallar cierta satisfacción debe pasar cada vez más tiempo involucrada en las experiencias sexuales o buscándolas, lo cual hace que el resto de las esferas de su vida se vean relegadas a un segundo plano o incluso desaparezcan por completo.
Desgraciadamente, las mujeres ninfómanas que desarrollan una adicción al sexo tardan mucho en reconocer que tienen un problema, por lo que cuando solicitan ayuda el trastorno psicológico ya lleva años instaurado. De hecho, durante las primeras fases a la mayoría de las mujeres no les resulta preocupante ese estado permanente de excitación. Es más tarde, cuando la ninfomanía se agudiza, que los pensamientos sobre el sexo y los signos fisiológicos de excitación sexual resultan agobiantes, inoportunos e indeseables.
El síntoma principal de la ninfomanía es un comportamiento sexual compulsivo, que suele inducir a la promiscuidad. No obstante, también pueden aparecer síntomas propios de un trastorno obsesivo-compulsivo o solaparse con otras psicopatologías, como un trastorno de personalidad.
En sentido general, los síntomas más comunes de la ninfomanía son:
Las mujeres de menos de 30 años, con una historia familiar o personal matizada por la existencia de trastornos mentales y que hayan vivido experiencias de vida traumáticas, son más propensas a desarrollar la ninfomanía.
Al igual que la mayoría de los trastornos psicológicos, las causas de la ninfomanía están determinadas por una multiplicidad de factores.
Al tener varios puntos en común con el trastorno obsesivo-compulsivo, no se descarta que pueda existir en su base un componente biológico, dado por un desequilibrio en los neurotransmisores.
De hecho, a lo largo de la historia la ninfomanía se ha relacionado con estados maníacos y la presencia de daños a nivel cerebral. En algunas investigaciones también se ha podido apreciar que el 90% de los casos de orgasmos espontáneos están provocados por una actividad epiléptica en el lóbulo temporal, un área que, junto al lóbulo frontal, desempeña un papel fundamental en la regulación de la libido. Desde esta perspectiva, se hipotetiza que la ninfomanía sería una ruptura del equilibrio cerebral entre la excitación y la inhibición sexual.
Sin embargo, los aspectos biológicos no son sino un factor predisponente. A menudo la ninfomanía está vinculada a situaciones estresantes, que son las que realmente desencadenan esa obsesión por el sexo. Una situación vital que haya sido vivida de forma traumática puede dejar profundas huellas emocionales y la mujer puede pretender curarlas recurriendo al sexo. A veces estos traumas tienen su origen en un abuso sexual sufrido en el pasado.
En muchos casos, detrás de la ninfomanía se esconde la pérdida de la pareja o una ruptura amorosa particularmente dolorosa. Entonces la mujer intenta suplir la falta de afecto a través de las relaciones sexuales, busca en la masturbación o en el sexo lo que no encuentra en el terreno afectivo. Sin embargo, estas experiencias normalmente no suelen satisfacerla, por lo que termina sumida en un círculo vicioso que la conduce a la adicción al sexo.
En otras ocasiones, la mujer busca el sexo como forma de reconocimiento, para ella el hecho de sentirse deseada es una manera de sentirse valorada, una manera de tapar un vacío emocional y la falta de autoestima.
Un estudio realizado recientemente por investigadores de la Johannes Gutenberg-University Mainz también ha sugerido que el aumento de los casos de ninfomanía que se ha producido en los últimos años puede estar relacionado con lo que se conoce como la “new porn culture”, un fenómeno que se ha generalizado entre las nuevas generaciones. Estos psicólogos encuestaron a casi 1.000 mujeres y hallaron que a más consumo de pornografía, mayores probabilidades de desarrollar comportamientos típicos de la hipersexualidad.
El equivalente al problema de ninfomanía en hombres es la satiriasis. En el caso de la ninfomanía masculina, el hombre sufre una obsesión por mantener relaciones sexuales. La adicción al sexo en hombres es más frecuente que en mujeres.
Te recomendamos este artículo: Adicción al sexo, cuando la hipersexualidad se convierte en un problema.
En algunos casos el tratamiento para la ninfomanía demanda el uso de medicación, generalmente se suele recurrir a los antidepresivos o ansiolíticos. De hecho, el uso de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina ha mostrado una gran eficacia en los casos más graves.
En El Prado Psicólogos asumimos una perspectiva integradora por lo que, si necesitas una ayuda adicional durante las primeras fases del tratamiento, contamos con la asistencia de un psiquiatra.
No obstante, el tratamiento psicológico es fundamental para superar la ninfomanía. De hecho, la terapia cognitiva es muy útil para cambiar las creencias irracionales que se encuentran en su base.
También aplicamos técnicas como el mindfulness, la hipnosis y la terapia EMDR, ésta última fundamental cuando encontramos traumas en la historia personal de la mujer, para descubrir y eliminar las causas que se encuentran en el inconsciente y fomentar un estado de equilibrio y serenidad.
Confía en nosotros, los sexólogos y sexólogas pueden ayudarte a superar la ninfomanía.
Si lo deseas podemos realizar una primera entrevista informativa gratuita en la que valoraremos tu caso y te indicaremos cual es el tratamiento más adecuado para ti.
CONOCE A LOS PSICÓLOGOS EXPERTOS EN TU PROBLEMA
Solicita una entrevista informativa gratuita
Recibe la ayuda experta que necesitas. Pide tu primera entrevista gratuita, sin coste y sin compromiso y conoce cómo trabajamos personalmente. Rellena el siguiente formulario o llama al 91 429 9313. Te esperamos.