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¿Sientes terror cuando ves una cucaracha? ¿Vas por la calle mirando al suelo en lugares donde crees que podría haber cucarachas? ¿Te preocupas por el hecho de que aparezca alguna cucaracha aunque no estés en presencia de ninguna? ¿evitas lugares o actividades por el miedo a las cucarachas? Si la fobia a las cucarachas está condicionando tu vida, sigue leyendo, en El Prado Psicólogos podemos ayudarte.
La fobia a las cucarachas, blatofobia o katsaridafobia es un tipo de entomofobia (miedo a los insectos) que hace referencia a un miedo irracional y desproporcionado a las cucarachas. Este miedo a las cucarachas es un tipo de fobia específica (uno de los trastornos de ansiedad). De entre las muchas fobias específicas existentes (somnifobia, fagofobia, brontofobia, tanatofobia, hematofobia, musofobia, acrofobia, ocofobia, claustrofobia, amaxofobia, aerofobia, etc.), la blatofobia o fobia a las cuarachas es una de las más conocidas de manera popular pero de la que su nombre técnico, síntomas, y consecuencias para la vida puede no saberse mucho, así como de su tratamiento.
No es lo mismo tener blatofobia que experimentar cierto asco o repelús hacia este tipo de insectos. Una persona con blatofobia experimenta un miedo (o asco) intenso a las cucarachas que es irracional en tanto y cuanto no es proporcional al peligro real que pueden causar las cucarachas. Sin embargo, para poder decirse que es una fobia a las cucarachas no solo esto es necesario, ya que no puede explicarse por creencias culturales o religiosas hacia estos insectos que pueden provenir de tradiciones de un grupo cultural.
En cuanto a la prevalencia de la blatofobia, es dificil dar datos exactos, pero sí se sabe que las fobias específicas hacia los animales suelen ser muy comunes y es más habitual adquirirlas durante la infancia, en torno a los 9 años. Sin embargo, puede surgir antes o después de esta edad principalmente a través de condicionamiento, por una mala experiencia, o por aprendizaje vicario, es decir, al ver a otras personas que reaccionan desmesuradamente ante las cucarachas.
Los síntomas de la fobia a las cucarachas pueden variar de unas personas con blatofobia a otras, pero experimentar un miedo intenso y otras emociones negativas que les empujan a actuar de un modo desproporcionado ante la presencia de estos intensos es común en todas ellas.
Si has tenido contacto con alguna cucaracha y has sentido miedo, pánico, estrés ansiedad, u otra emoción desagradable que racionalmente podría interpretarse como desproporcionada al peligro real que estos insectos pueden crear para la vida de un ser humano,es posible que tengas blatofobia, y un tratamiento psicológico suele ser altamente eficaz para erradicar este problema.
A pesar de que los síntomas pueden ser muy distintos en función de la persona que experimenta la fobia a las cucarachas, la literatura científica recoge algunos como los más habituales. Los exponemos a continuación:
Sentimientos de miedo, asco, angustia o ansiedad excesivos y generalmente desproporcionados que se apoderan de la persona siempre o casi siempre que ve de cerca una cucaracha (a veces se presentan estos sentimientos solo con imaginarse estas situaciones o con pensar que pueda haber una cerca sin haberla visto).
La evitación activa o resistencia a las situaciones en las que pueda encontrarse en presencia de cucarachas.
Falta de concentración después de encontrarse con cucarachas o si se piensa que se corre el riesgo (más o menos real) de toparse con una.
Experimentar, además de miedo o ansiedad, reacciones físicas como la aceleración del corazón y la respiración, náuseas, sudoración, temblores, dolores de cabeza, tics nerviosos, sensación de ahogo, escalofríos, etc. ante la presencia de cucarachas o la creencia de que pueden estar cerca.
Pensamientos negativos desproporcionados como “voy a morir” o “me van a matar” o “si me toca me muero”.
Gran sensación de malestar frente a cucarachas.
Otros síntomas como ataques de pánico, cambios en el estado de ánimo, vómitos, pesadillas, irritabilidad, rumiaciones, etc.
Una persona con fobia a las cucarachas experimenta miedo y ansiedad ante la presencia de cucarachas, pero también una alta preocupación por no encontrarse con ellas. Esta preocupación puede causarle problemas de tipo emocional (emociones y sentimientos negativos) y conductual (reacciones, comportamientos, actividades, etc. de huida o evitación) que acaben afectando a su vida familiar, laboral, académica, social o a otras áreas importantes de la vida de la persona como las aficiones.
Con el paso del tiempo, la fobia a las cucharachas puede acabar generando complicaciones más o menos severas en la vida de quien la padece con sus correspondientes consecuencias. Algunos ejemplos de las consecuencias de la blatofobia podrían ser:
Desorden y desorganización en la gestión del tiempo y las actividades por tratar de mantener de forma desproporcionado el entorno libre de cucarachas incluso sin riesgo aparente.
Aislamiento social, buscando evitar situaciones fuera de casa por miedo a cruzarnos con una cucaracha.
Problemas de autoestima originados en sentimientos de inutilidad o culpabilidad que derivan de situaciones y pensamientos originados por la blatofobia.
Problemas laborales o académicos derivados del miedo a salir de casa o del tiempo excesivo invertido en conductas de evitación, limpieza o comprobación.
Problemas familiares debidos a las situaciones negativas y dificultades de convivencia causados por síntomas de la fobia a las cucarachas.
Trastornos del estado de ánimo por las emociones negativas que la blatofobia trae consigo, como la depresión.
Otros trastornos de ansiedad.
Abuso de sustancias o incluso adicción, que nace de un intento de regular las emociones negativas
Conductas de huída o evitación que pueden poner en riesgo la salud o vida propias o de los demás (como, cruzar la calle sin mirar al huir de una cucaracha, lanzarle un objeto peligroso a la cucaracha que pueda impactar sobre alguien, golpear a otras personas por huir de manera descontrolada, etc.).
Para el tratamiento de la blatofobia hay distintas alternativas, y dependerá del origen de la fobia y de las características de la personas la elección de un tratamiento u otro. Por ello es necesario una adecuada evaluación antes del inicio del tratamiento.
En casi todas las ocasiones las fobias se instauran a través de un proceso que en Psicología llamamos condicionamiento. Por ello las técnicas cognitivo-conductuales suelen ser las más apropiadas para el tratamiento del miedo a las cucarachas, aunque no es la única. Las técnicas de relajación unidas a la exposición y la desensibilización sistemática son los tratamientos científicamente más aceptados.
Sin embargo, el malestar que causa el tratamiento a través de estas técnicas ha hecho que muchos pacientes rechacen este tipo de tratamientos, al menos al principio, imposibilitando su recuperación. Por esta razón muchos clínicos e investigadores de la psicología y psiquiatría han buscado hasta descubrir otras vías de tratamiento que, si bien no funcionan tan rápidamente, son menos desagradables. Aunque no hay que perder de vista que el tratamiento de un miedo intenso siempre va a ocasionar malestar y requerirá pasar por momentos desagradables.
Estas nuevas herramientas, han demostrado altas tasas de efectividad si la evaluación previa es adecuada. Los profesionales de El Prado Psicólogos han sido formados durante años e instruidos en la práctica de estas novedosas y efectivas técnicas. Estas son la la reestructuración cognitiva, el abordaje terapéutico EMDR, la hipnosis clínica unida a la relajación, o las técnicas de liberación emocional EFT.
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