¿Por qué duele tanto?

Este fenómeno tiene dos protagonistas: el que toma la decisión de no responder y desaparecer y el que espera una contestación o contacto que nunca se llega a producir. En el caso de la persona ghosteada, las consecuencias pueden ser muy negativas, generándole sentimientos de inseguridad, incertidumbre, culpa o desconcierto.

El proceso tiene lugar de la siguiente manera: inicialmente surgen un gran número de preguntas en torno a una cuestión principal ¿qué está pasando?. Cuando la persona empieza a ser consciente de que esa relación se ha acabado, todas estas preguntas dan paso a otras que aporten algo de coherencia y sentido a lo que acaba de ocurrir: ¿por qué?, ¿cómo no me di cuenta? o ¿qué salió mal?. La víctima sufre porque no se le permite dar un cierre adecuado a la relación; entonces se inicia un proceso muy similar a un duelo en el que un gran número de cuestiones quedan en el aire y, por tanto, sin respuesta.

El problema es que en muchas ocasiones antes de que ocurra todo parece estar bien; es una situación inesperada, repentina, no deseada y que tampoco resulta evidente. Las consecuencias de todo ello afectan principalmente a la autoestima y al propio sentimiento de culpa, reforzando distorsiones cognitivas y creencias irracionales; si además la persona revive experiencias del pasado relacionadas con situaciones de abandono, falta de apego o vinculación, las consecuencias pueden ser todavía más devastadoras.

Es por este motivo que es tan importante tener en cuenta los efectos del ghosting a nivel emocional y abordarlos y trabajarlos en caso de que sea necesario.

Tipos de ghosting

Cuando se habla de tipos de ghosting hay que hacer hincapié en dos clases diferenciadas: 

1. Ghosting activo. Es el tipo de ghosting más conocido. Consiste en cortar cualquier tipo de vínculo con la otra persona dejando de contestar a mensajes y llamadas, no interactuando a través de redes sociales e incluso bloqueando a la otra persona de dichas plataformas. La persona desaparece de forma brusca e imprevisible.
2. Ghosting pasivo. Consiste en generar de forma indirecta que el otro pierda el interés en la relación. Las personas que lo llevan a cabo suelen limitarse a contestar los mensajes y llamadas sin tomar nunca la iniciativa, ponen excusas a la hora de concertar algún tipo de encuentro y, en caso de que se produzca, adoptan una actitud en la que se demuestra poco interés generando una mala impresión. El objetivo es ir debilitando la relación hasta que la otra persona se canse y decida tomar la iniciativa de cortar el vínculo.

Al mismo tiempo, otros términos que han ido surgiendo y que guardan relación con el ghosting son los siguientes: 

• Benching. Viene de la palabra inglesa “bench” que quiere decir banquillo. Quien lo practica sabe que la relación no va a ningún lado pero decide mantenerla por interés, sea del tipo que sea. En este sentido, deja a la otra persona en un segundo plano por si en algún momento necesitara volver a recurrir a ella. En este tipo de prácticas es muy común que el contacto siempre se efectúe a distancia y no en persona.
• Breadcrumbing. Se basa en mensajes ocasionales, una llamada telefónica de vez en cuando, planear alguna cita puntual o una interacción en las redes sociales. En el breadcrumbing todo ello siempre se produce de forma esporádica y, por lo general, no tiene continuidad. En comparación con el benching, la diferencia es que en este se invierte menos tiempo e intensidad.
• Haunting. Guarda una fuerte relación con los términos mencionados anteriormente y se produce cuando la persona que había cortado cualquier tipo de contacto tras una breve relación, reaparece tratando de retomarla o para indicarnos que quiere aproximarse de nuevo. Es muy común en el ámbito de las redes sociales donde los primeros signos se presentan en forma de likes o pequeñas interacciones que sirven como toque de atención. 

El ghosting en Tinder

¿Por qué aplicaciones como Tinder van tan ligadas al fenómeno que hoy día conocemos como ghosting? Estas plataformas han permitido que actualmente las relaciones se inicien de una forma mucho más cómoda, sin exigir grandes dosis de esfuerzo o responsabilidad. Es por este motivo que el ghosting se hace tan evidente en este ámbito, puesto que surge como una forma mucho más cómoda de lidiar con las situaciones sin tener que enfrentarse a ellas; estas aplicaciones por sus propias características facilitan mucho la tarea y propician este tipo de actitudes. 

Otro elemento a tener en cuenta es la cantidad de contactos que se pueden iniciar simultáneamente. La persona pierde en cierto modo su espacio propio y deja paso a relaciones con bajos niveles de implicación y compromiso. 

Por otro lado, el hecho de que exista la posibilidad de mantener el anonimato resulta otro punto a favor para aquellos con miedo a fracasar en sus relaciones personales. Todo se simplifica, las relaciones se inician de forma rápida pero esto repercute también a la hora de finalizarlas; tiene sentido pensar que la velocidad con la que se inicia una relación puede afectar también a la velocidad para dejarla. 

El ghosting en redes sociales

En las redes sociales pasa algo similar a lo que ocurre con aplicaciones como Tinder. De nuevo nos encontramos con la posibilidad de establecer un contacto masivo con un gran número de personas sin necesidad de crear un vínculo excesivamente fuerte. De este modo se genera una dinámica en la que a causa de la gran cantidad de personas con las que se contacta y debido a que la mayoría de comunicaciones se producen a distancia o de forma virtual, las relaciones se deshumanizan y es más fácil que se den conductas como el ghosting. 

A través de estas vías de comunicación se ha vuelto fácil dejar todo y desaparecer de la vida de alguien sin necesidad de pasar por situaciones incómodas que requieran de un esfuerzo y de unas adecuadas estrategias de afrontamiento. 

Diversos estudios científicos apoyan la idea de que el rechazo social activa las mismas vías neuronales en el cerebro que el dolor físico. Es por este motivo que nos sentimos deprimidos y afectados emocionalmente cuando alguien nos engaña o nos enfrentamos al rechazo en un entorno social. Ser víctima de ghosting, por ejemplo en el ámbito de las redes sociales, es uno de estos escenarios a los que se le debe prestar atención. 

 ¿Qué es el caspering?

El término caspering surge para hacer alusión a una variante más suave y amigable del ghosting. El caspering tiene lugar de forma progresiva, la persona no ignora los mensajes pero los responde tiempo después y las respuestas suelen ser cordiales pero breves y dan poco pie a seguir conversando. Del mismo modo, los sujetos que lo practican no rechazan invitaciones, de hecho se muestran interesados pero nunca llegan a concertar una fecha para que se produzca el encuentro.

En este sentido, lo que diferencia principalmente al caspering del ghosting es que se trata de una dinámica menos agresiva pero que puede llegar a generar el mismo daño y las mismas consecuencias para la persona que lo sufre. 

Cómo responder al ghosting

Aunque es cierto que dependerá en gran medida del tipo de vínculo que hubiera entre ambas personas y las circunstancias en las que se ha dado, de forma genérica las orientaciones a la hora de responder al ghosting son las siguientes: 

• Lo primero de todo es aceptar la realidad y reconocerla, por complicado que sea. Generar falsas esperanzas o expectativas puede hacer que vuelvas a caer en una situación similar más adelante. Aceptar las circunstancias y no tratar de buscar un porqué es la decisión más sana a nivel emocional. Por otro lado, es importante valorar que la persona que tenías al lado no presentaba las habilidades necesarias para poder mantener una relación madura y, por tanto, tal vez no era la persona más conveniente en este momento. 

• Otro punto a tener en cuenta es que tratar de retomar el contacto puede hacerte más daño que bien. Es normal querer escribir o llamar de nuevo a la otra persona para pedirle explicaciones o incluso para intentar solucionarlo de alguna forma; sin embargo, hay que entender que es un momento de sufrimiento en el que uno se siente vulnerable y puede no ser la mejor opción que realices esa llamada o escribas ese mensaje. Hay que tener en cuenta que se trata en cierto modo de un duelo, por ello cuanto antes transites todas estas emociones, incluído el dolor, antes recuperarás tu bienestar.  

• Es muy común que cuando se produce el ghosting la persona que lo sufre generaliza esta actitud a otro tipo de relaciones. Es esencial que entiendas que el hecho de que haya ocurrido con una persona no implica que familia, amigos o incluso futuras parejas vayan a hacerte lo mismo. Tener esto en cuenta y usar esta experiencia únicamente como un aprendizaje en positivo te será de gran ayuda. 

• Por último, la autoestima juega un papel fundamental cuando se trata de responder al ghosting.  Entender que no eres culpable de la situación, potenciar tu propio autoconcepto y en este momento más que nunca tener en cuenta tus propias fortalezas, aquello en lo que destacas y valorarte como te mereces, serán claves para afrontarlo y superarlo.

Cómo superar el ghosting

Como ya hemos mencionado, el ghosting inevitablemente afecta a la estabilidad emocional de la persona que lo sufre haciendo tambalear sus creencias de base, su concepto acerca de las relaciones y sobre sí mismo. ¿Cómo hacer para superar esta situación y recuperar tu vida cuanto antes? 

• Trabaja la autoestima. Tener una buena autoestima te ayudará a analizarlo todo desde una postura mucho más objetiva, te permitirá poner límites basados en tus propios valores y evitará que caigas en creencias irracionales y en sentimientos tan dañinos como la vergüenza o la culpa. 

• Permítete sentir las emociones que vayan apareciendo; quitarles importancia o dejarlas de lado puede empeorar aún más la situación. Acéptalas y reconócelas como algo transitorio, entender que son temporales y que no durarán para siempre te harán ver todo con mayor perspectiva. 

• Dedícate tiempo, esto ayudará a que recuperes tu bienestar mucho antes. Practica algún deporte, come de forma saludable, haz meditación, descansa y sobre todo, cuídate.

• No te aísles. Rodéate de las personas que más quieres y date la oportunidad de solicitar su apoyo si lo necesitas. 

• Si ves que no sabes cómo gestionar la situación o el malestar perdura en el tiempo busca ayuda profesional. Un/a psicólogo/a te ayudará a evaluar la situación y te brindará las herramientas necesarias para afrontarlo.